Estudios neurológicos publicados en la Revista BBC Focus, explican las razones de los siete pecados capitales, arraigadas en lo más profundo de nuestro cerebro.
De este modo, los investigadores han comprobado que nuestro cerebro está diseñado para pecar, de acuerdo a los impulsos instalados en él.
Los estudios realizados a través de resonancias magnéticas, permitieron ver el comportamiento cerebral. "En general, sabemos que los hombres están más interesados en el erotismo visual", explica Adam Safron, investigador Northwestern University. "Es una tarea mucho más difícil conseguir que una mujer alcance el mismo grado de excitación que los hombres", agrega.
La investigación permitió percibir que el sistema límbico, en ambos sexos entra en funcionamiento cuando algo nos agrada.
En tal sentido el placer y las ansias formarán parte sustancial del pecado, asimismo nuestro genes influirán en nosotros a la hora de pecar.
Adam Safron, explica que algunas personas se ven motivadas a cometer cualquiera de los pecados capitales por una predisposición biológica, así como a la obtención de cosas poco saludables para la vida.
Asimismo, Safron afirma que la Naturaleza ha diseñado nuestros cerebros de manera que ciertas cosas nos producen placer para lograr sobrevivir como especie y transmitir nuestros genes.
Aunque la envidia pareciera un pecado no placentero que provoca dolor y tiene un lado oscuro, nos motiva en el desempeño, y para vencer al rival, según han indicado las investigaciones.
Es así que el estudio explica las causas que conducen a nuestro cerebro a pecar desde sus profundidades, de este modo ahora se peca con un respaldo científico.
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